Caterina Ciocca ~ The Molten Capital Artist Residency nº 18

 

 

Hace pocos días cerró la exposición de la artista Caterina Ciocca en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC)  donde mostró los resultados de su trabajo en la 18ª versión del programa de residencias The Molten Capital.

Como parte de su investigación material, Caterina Ciocca trabajó junto a Céline Fercovic en la publicación de un pequeño libro que permite pensar sobre las relaciones afectivas entre cuerpos, identidades y tecnologías más allá del museo.

Con similares propósitos compartimos el texto de la muestra.

 

 

 

 

 

EROTECNIA

Por Céline Fercovic

 

El erotismo es la aprobación de la vida hasta en la muerte

G. Bataille

 

La unión entre vida humana y aparatos tecnológicos es tan antigua como la noción misma de humanidad. Para Paul B. Preciado “<<la Naturaleza Humana>> es un efecto de negociación permanente de las fronteras entre humano y animal, cuerpo y máquina.”[1] Esta permanente interacción ha ido tomando diferentes formas y contenidos –de manera no lineal- en los distintos periodos de la historia. De hecho, lo que Haraway denomina como Cyborg – “criatura híbrida, compuesta de organismo y máquina especiales de final de milenio[2]”- es una metáfora sobre estas relaciones (entre sujetos y tecnologías) que tendría lugar en un momento histórico donde las tecnologías cibernéticas penetran los cuerpos de las personas, generando nuevos tipos de subjetividades y organismos. Ese momento que Haraway delineó en 1985 con su Cyborg Manifiesto[3] continúa tramándose en la actualidad.

En Erotech, el trabajo escultórico y audiovisual que Caterina Ciocca presenta como resultado de su residencia en el programa Molten Capital, profundiza sobre la relación contemporánea entre cuerpo, afectos y tecnología ortopédica, esforzándose por evidenciar, desde la práctica artística, el desplazamientos emotivo y sensorial que movilizamos hacia los nuevos aparatos tecnológicos. Este tipo de aparatos o instrumentos están presentes en la configuración de nuestras vidas privadas e intimas, no sólo por el tipo de mensaje que nos enviamos (a veces secretos o confidenciales), por nuestras agenda de contactos, por los registros que atesoramos o por las búsquedas que realizamos conectados a internet, sino también por el contacto físico-corporal que tenemos con éstos.

Este contacto incesante, como propone la muestra de Caterina Ciocca, tiene un carácter sexual y erótico fundamental. Al margen de lo que se categoriza como pornográfico, este contacto íntimo con ciertos aparatos tecnológicos de uso cotidiano opera en la superficie de los objetos, deslizando nuestros dedos por las pantallas de vidrio, por la suavidad de sus materiales, dormimos con ellos debajo de la almohada, los depositamos en bolsillos, cinturones, los afirmamos a nuestro ropa interior pegando al cuerpo sus ergonómicos diseños.

La reunión de los trabajos presentados en Erotech (erotismo tecnológico) reflexiona sobre la transferencia de nuestro cariño y simpatías hacia aparatos tecnológicos destinados al uso comunicativo, volviendo a preguntarse por la posibilidad de la experiencia erótica en un mundo consumista, narcisista y sin alteridad como propone Byung-Chul Han en La agonía del eros (2014).

Con figuras impresas en bioplástico PLA, alambres de fierro, silicona, espuma, jabón líquido, luces localizadas y un video modelado en 3D, Caterina Ciocca arma un recorrido a través de una misma forma que se va componiendo y descomponiendo, mostrando así su proceso de construcción, su estructura y capas de significados. El carácter geométrico y a la vez orgánico de esta forma primaria se parece a algo como un intestino, una babosa rosada y gigante o, más pequeño, una mitocondria al interior de la célula. Este cuerpo, algo frágil, transparente y amorfo que se presenta como prótesis, propone el desplazamiento del gesto erótico al plano digital para encontrar ahí la completa ficción y alteridad. Las piezas se propone como una traducción de un soporte a otro: de lo audiovisual, al modelo 3D (posibilidad técnica de la máquina que imprime) y de éste a las figuras de metal y silicona modeladas manualmente por la artista (objeto construido sin estar mediado por un aparato electrónico). En estas tres etapas de traducción se explora la relación háptica con la imagen, el volumen y su materialidad. Así las obras buscan generar intimidad entre las piezas y el espectador, sugiriendo el recorrido táctil de las obras.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Caterina Ciocca

EROTECH

Museo de Arte Contemporáneo sede Quinta Normal

Santiago, Chile.

Junio, 2019.

 

 

[1] Preciad, B., Manifiesto contra-sexual, Ed. Opera Prima, Madrid, España, 2002, p. 20.

[2] Haraway, D., Ciencia, cyborgs y mujeres. La reinvención de la naturaleza, Ed. Ediciones Cátedra S.A., Madrid, España, 1995, p. 62.

[3] La referencia es a su ensayo: Manifiesto para Cyborgs. Ciencia, tecnología y feminismo socialista a fines de siglo XX (1986), publicado en la revista Socialist Review.